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El sรกbado 18 de mayo de 2024, Bella Vista estuvo presente en el evento โLos Museos se Muestranโ en conmemoraciรณn al Dรญa Internacional de los Museos en el Centro Cultural de la Repรบblica El Cabildo, representada a travรฉs del Museo de Los Inmigrantes y Casa de la Cultura de Bella Vista, con el acompaรฑamiento del Secretario de Turismo, Christian Britez.
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En una esquina del museo, un viajero del tiempo ofrece a los visitantes una ventana รบnica al pasado, especรญficamente a una รฉpoca crucial en el desarrollo de una nueva colonia de pobladores. La muestra museogrรกfica se centra en la cultura del mate, una tradiciรณn profundamente arraigada en la vida diaria de los inmigrantes que, tras arduas jornadas de trabajo en la cosecha de la yerba mate, encontraban en esta bebida un momento de reconfortante descanso y conexiรณn.
El centro de la exposiciรณn es una mesa de madera de 1940, sus superficies desgastadas y marcas de uso cuentan historias de generaciones que se sentaron alrededor de ella. Encima, se encuentra una pava de hierro con su tapa de 1938, que en su robustez parece haber resistido innumerables hervores y tardes frรญas. Junto a la pava, una bombilla de metal con delicados dibujos en el cuello, fechada en 1960, refleja la habilidad artesanal de aquellos tiempos.
Acompaรฑando a estos objetos, un matero de madera de 1946 muestra su pรกtina envejecida, sรญmbolo de incontables rondas de mate compartido. La luz tenue de una lamparita a keroseno antiguo de 1920 ilumina suavemente la escena, recreando la atmรณsfera de aquellas noches de reuniรณn despuรฉs del trabajo.
No lejos de ahรญ, una pipa con diseรฑos de 1945 yace sobre la mesa, evocando las largas conversaciones y reflexiones de los colonos mientras descansaban. Un quemador tipo cocina con una sola hornalla y su contenedor de keroseno de 1947, aunque sencillo, habla de la inventiva y la autosuficiencia necesarias en esos dรญas. Cerca de este conjunto, una tijera de podar de 1948, con sus filos gastados por el uso, recuerda el trabajo arduo en los campos de yerba mate.
Para completar este retrato del pasado, un portarretrato de 1945 se erige como testimonio de las familias y seres queridos que compartieron estas experiencias y tradiciones. Cada objeto en la muestra no solo es una pieza de museo, sino un fragmento de vida que el viajero del tiempo utiliza para tejer una narrativa vibrante y palpable.
A travรฉs de su relato, el viajero del tiempo no solo muestra cรณmo se tomaba un buen mate, sino que tambiรฉn valora y celebra la perseverancia, la comunidad y la cultura de los inmigrantes. Estos objetos cotidianos, reunidos con esmero, permiten a los visitantes del museo apreciar la riqueza de una tradiciรณn que, mรกs allรก de una simple bebida, simboliza el descanso merecido, la camaraderรญa y la herencia cultural de aquellos que forjaron una nueva vida en tierras lejanas.